Activos Mineros convocó a subasta para remediación de pasivos ambientales en Pasco

Lima, 21 de diciembre del 2009 - La empresa Activos Mineros convocó a subasta pública internacional para la remediación ambiental y reaprovechamiento de los pasivos ambientales Quiulacocha y Excelsior (Pasco), que tienen 135 millones de toneladas de desmontes y relaves, cuya buena pro debe ser otorgada en abril del 2010.

Los pasivos de Quiulacocha y Excelsior corresponden a dos depósitos antiguos e inactivos de las operaciones de la Unidad Minera Cerro de Pasco. Quiulacocha, que almacenó los relaves procedentes de la concentradora Paragsha, tiene acumulado aproximadamente 78.8 millones de toneladas de relaves mineros, con contenidos metálicos de cobre, plomo, plata, en un área aproximada de 115 hectáreas.

En tanto, Excelsior, que recibió los desmontes mineros provenientes del Tajo Abierto Raúl Rojas desde 1956 hasta el año 2000, ha acumulado aproximadamente 56 millones de toneladas de desmonte minero que han sido depositados en alturas que varían entre 45 y 55 metros con pendientes de talud de 33° y 36°, y ocupa un área de 94 hectáreas. Los pasivos ambientales se encuentran ubicados a 1.2 kilómetros de la ciudad de Cerro de Pasco en la Parcela “K” de 293.5 hectáreas, en el distrito de Simón Bolívar en la región de Pasco.

La transferencia del proyecto se realiza en el marco de lo dispuesto por diversas normas que regulan el Aprovechamiento de Residuos de los Proyectos de Cierre o Remediación Ambiental. El aprovechamiento de estos pasivos permitirá al Estado un ahorro de 55 millones de dólares, de los cuales 22 millones corresponden al costo de la remediación y 23 millones al costo de operación a perpetuidad de la planta de neutralización (1.4 millones de dólares anuales a una tasa de seis por ciento).

Además, el proyecto generará ingresos por renta, aporte inicial y/o periódico por la transferencia para proyectos de infraestructura básica, salud, educación, etc. También desarrollo de capacidades y aprovechamiento de servicios y mano de obra local, ingresos por regalías y/o canon minero, por definir.

El adjudicatario deberá obtener el Acuerdo Social con las comunidades asentadas en el área de influencia como requisito para continuar con el proyecto, acuerdo que comprenderá la reubicación de los poblados de Champamarca y Quiulacocha. Se establecen tres fases que comprende el proyecto: Estudio de Impacto Ambiental (EIA), de implementación y operación. En cada una se establecerán las obligaciones, plazos y garantías.

El adquiriente está obligado a constituir un fideicomiso privado cuyos recursos serán destinados para inversión en proyectos de infraestructura de transporte, electrificación, saneamiento, salud, educación y otras obras, proyectos y gastos relacionados al desarrollo sostenible y fortalecimiento de capacidades, en beneficio de las poblaciones del área de influencia del proyecto. La cuantificación de las inversiones, así como la determinación de ingresos y costos, que definirán la viabilidad económica del proyecto en base a la cual se calculará el aporte inicial y el valor referencial de la subasta, estará a cargo de un equipo de asesores expertos en la materia. Este equipo evaluará los contenidos metálicos de los materiales residuales, precios de los metales, las tecnologías disponibles y las condiciones de comercialización existentes y proyecciones del mercado.

Fuente: ANDINA.